sábado, 3 de noviembre de 2012

En la temporada de Todos Santos





San Martín Huaquechula se convierte en un  lugar donde la realidad y la leyenda se entrelazan para dar vida a los muertos, ya que para los huaquechulenses, el recordar a sus seres queridos se convierte en un festín y magnas ofrendas monumentales;  la pobreza no  es impedimento  para dedicar majestuosos altares a sus difuntos.




Este año, el municipio espera la visita de 15 mil turistas que llegan a admirar y tomar fotos de las ofrendas, las cuales son elaboradas por los pobladores en recuerdo y honor  a sus fieles difuntos.


Por su parte, el director de Cultura de la comuna, Antonio Serrano dijo que dicha actividad no ha tenido la difusión y el apoyo que se requiere, pese  a que los altares se han expuesto en diversos países de Europa.




En este sentido, Huaquechula ha sido recomendada como un destino turístico de México,  por  National Geographic Traveler, ya que las ofrendas han sido expuestas en la celebración de los  200 años del Museo Británico y en varias universidades de Canadá.
A decir de los pobladores, esta tradición, no morirá, pues heredan la costumbre de generación en generación, pues son los niños, quienes ayudan en la elaboración del monumento, con lo que, aseguran, aprenden a colocarlas y se arraiga la costumbre.
En promedio, las monumentales ofrendas generan ganancias a cerca de 150 familias del lugar, que son las encargadas de promocionar  la flor de muerto, diseñar las ofrendas, preparar alimentos, entre otros.
El director de Cultura señaló que alrededor de mil 500 hectáreas en el municipio son destinadas para el cultivo de flor de cempasúchil, que es colocada en los majestuosos altares.
El alcalde  dio a conocer que para este 2012,  150 niños recibirán  a los visitantes y los harán caminar por “la ruta de las ofrendas nuevas”.
Tan solo este año, en el municipio serán colocados  47 altares, los cuales oscilarán entre los 80 y 100 mil pesos.
A partir de que fallece una persona, la familia comienza  con una  colecta de  recursos, sin embargo, la mayor parte para estas ofrendas es aportada por familiares que radican en  Estados Unidos,  ya que tan sólo en  tela de raso blanco y azul que se utiliza, así como la base de madera, ronda en cerca de los 20 mil pesos.
Los costos aumentan durante la celebración, pues los deudos brindan comida a los turistas, quienes degustan de mole, pipián, tamales, pan y chocolate,  los días 1 y 2 de noviembre,

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